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mito de cástor y pólux

 

Peter-Paul-Rubens-Rapto-hijas--Leucipo
Los gemelos Cástor y Pólux raptaron a las prometidas de sus primos justo antes de la boda. Rapto de las hijas de Leucipo. Peter Paul Rubens

 

DOS PARES DE DOS

Entre los cuatro primos había pocas diferencias, excepto que Pólux era inmortal. El nacimiento de la primera pareja fue bastante curioso. Júpiter, de nuevo, se enamoró de una mujer casada. La artimaña consistió esta vez en convertirse en cisne; con esta forma poseyó a Leda en la orilla de un río. Esa noche el marido también yació con ella. De estas uniones sucesivas nacieron dos huevos. De uno de los huevos salieron dos niños inmortales, Pólux y Elena; del otro, dos hijos humanos, Cástor y Clitemestra. Los dos hermanos varones eran gemelos; fueron llamados los Dioscuros, que significa hijos de Júpiter.

Sus primos hermanos, Idas y Linceo, nacieron el mismo día que los Dioscuros. Los cuatro varones pertenecían a una familia de combatientes y a los cuatro les encantaba ponerse a prueba. A Idas se le conocía por su fortaleza; Linceo alcanzaba con sus flechas cualquier diana por lejos que estuviera gracias a su portentosa vista; la cara de Cástor estaba marcada porque se divertía boxeando; las cicatrices servían para distinguirlo de Pólux, un magnífico soldado de a caballo.

Leonardo-da-Vinci.-Leda y el cisne
Leonardo da Vinci. Leda y el cisne

Los cuatro hermanos se hicieron famosos de modo que a los héroes les gustaba tenerlos como compañeros en sus aventuras. Los cuatro fueron aceptados de inmediato como tripulantes en la nave Argo. Remaron a la par siguiendo el ritmo que marcaba Orfeo; juntos pelearon contra los mismos enemigos; y juntos contemplaron la ardiente mirada de Medea. Los cuatro también fueron invitados a la cacería del jabalí de Calidón en la cual tuvieron la oportunidad de presenciar como varios valientes cazadores luchaban estúpidamente hasta morir por los despojos de un animal destinado a ser carne para un festín.

Una vez las dos parejas se compincharon para robar un rebaño de vacas. Cuando sólo quedaba repartírselo equitativamente, se inventaron que se llevaría la mayoría del rebaño quién comiera más rápido un cuarto de vaca. Naturalmente, al final del banquete hubo discusiones y una pelea fenomenal.

La última ocasión en que los primos hermanos disputaron fue por dos mujeres. Idas y Linceo iban a casarse con dos primas comunes, pero hete aquí que los Dioscuros las raptaron antes de la boda para hacerlas suyas. Idas y Linceo alcanzaron a los Dioscuros entablándose una violenta pelea en la que todos acabaron muertos.

Todos fueron al Hades, el reino de los muertos, menos Pólux, que, al ser inmortal, fue recibido entre los dioses. Pero Pólux echaba de menos a su hermano. Siempre había contado con la complicidad de Cástor y las maravillas del Olimpo le ocasionaban tristeza por no compartirlas con él. Pólux rogó a Júpiter que le permitiera estar con Cástor en el Hades como cualquier otro humano. Prefería perder la inmortalidad a estar separado de Cástor. Júpiter se apiadó de su hijo y dispuso que ambos compartieran la inmortalidad de manera que los dos estuvieran alternativamente en el Hades y en el Olimpo. Además, para honrar su amor fraterno quiso que sus figuras brillaran juntas en el cielo en la constelación de Géminis.