El interés de los planetas enanos visibles, Ceres y Plutón, radica sobre todo en localizarlos y distinguirlos de las estrellas. Ceres, dado que su magnitud es 3,3, no ofrece especial dificultad.
Más mérito tiene localizar Plutón. Su magnitud de 13,8 y su reducido tamaño requieren como mínimo un telescopio de 200 mm de abertura. Si se logra enfocar, hay que tener en cuenta que el movimiento que se aprecia no es de Plutón, sino de la propia Tierra.