HACIA LA LUNA
Ella se toma su tiempo inventando las motivos
que justifican que se sienta herida en lo más profundo.
Conoce su sonrisa y lo que dicen sus ojos
y como, tanta gente, tiene una teoría acerca de la amargura.
Algunos dicen
que su madre no la quiso lo suficiente
que su padre no le hizo caso
y que, por ello, rehuye el cariño de las personas.
Pero en algún momento en su interior
ha hecho las maletas para un viaje al espacio exterior
y ahora espera al piloto adecuado
al que le dirá:
(Coro)
Me gustaría volar a la Luna y volver.
Si tú fueras un niño
tengo un billete para el mundo al que pertenecemos
en donde seguro que tú descubrirás mi niño.
Ella no sabe con certeza cuando
sintió necesidad de afecto.
Si el amor era de color rojo, entonces ella fue daltónica.
Todos sus amigos han sido juzgados por traición,
aunque los crímenes nunca han sido concretados.
Está convencida
de que el amor en un lugar estéril
y de que confiar en las personas
es como un viaje sin mapa.
Pero, para que el niño toque fondo,
ha cambiado a la marcha más rápida
y ha lanzado a las estrellas una señal
en la que ha puesto todas sus esperanzas